Rodeados de miseria mental, de pensamiento nulo e imaginación bulgar, correteamos de un lado a otro, con panico por lo que los demas puedan pensan, donde las amenazas invisibles detienen en el tiempo la realidad que deseamos manifestar.
Barreras pegadas a nuestros deseos, deseos que bien pudieran ser el agrado de los demas y la inestabilidad de nuestra armonia. Nos miramos al espejo y observamos una Armonia marchita, histeria, nerviosismo, inestabilidad, pesimismo, mal humor y sedentarismo.
Salimos a la calle, y procuramos hacer fotografias, dar la impresión de que nuestras vidas son una maravilla, donde el caos nada tiene que ver con nosotros, donde la alegria impera en lo cotidiano, donde el sitio, deja paso a las amistades, donde la soledad nunca tiene tiempo de arroparnos, donde los abrazos caen del cielo y la calma impera.
Lloramos a escondidas, mientras somos paredes de marmol, ante la presencia de personas que pudieran conocernos.
Todo el mundo tiene su rincón oculto, todo ser, su pasado desolador.
