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sábado, 26 de enero de 2019

Odio

No debería de escribir, no a estas horas, no con tantas cervezas de por medio, no debería ni plantearme el pensar, no debería ni seguir vivo según esta sociedad que nos adoctrina, que nos hace ver que en la igualdad esta el ser, que quien diferente quiere ser, es un bicho raro... y capaz lo sea, por que no, por que no querer ser como los demas, ser como esos que estan bailando, cantando, como esos que hacen de la nada un todo, esos, esos que sin saber porque, te quieren, te acompañan, te miran y bailan, esos.

Pero por algun casual decido estar solo, decido visualizar mi entorno, interiorizar mi soledad, decido querer sentirme solo, odiarme por no dejar a nadie acercarse tan siquiera un poco, odiarme, odiarme por nada y a la vez por todo. 

Y abro los ojos, y observo, observo y pienso, pienso y emano odio.

Odio, esa debe de ser la palabra exacta que expresa lo que siento. Que expresa lo que siento, cuando tantos medios de izquierdas y de derechas, tratan un asesinato, como una muerte... cuando dichos medios, no afines supuestamente al regimen, tratan la pena de muerte, como una libertad, cuando proclaman a alguien que sigue preso, como expreso, cuando pretenden que sigamos riendoles las gracias a esos, a esos que nos encarcelan y nos asesinan, a esos que hacen, que después de años, sigamos padeciendo mediante los sueños, esas escenas que cierto dia, en un control "casual" nos hicieron sentir, ver, padecer e interiorizar. 

Y ese es el mayor problema de esta sociedad, de esta suciedad que no llama a las cosas por su nombre, que oculta la realidad bajo palabras malsonantes que pretenden pacíficar la realidad que lamentablemente no es ni mucho menos, como debería. 

El preso politico Oier Gomez, ha sido asesinado por el estado frances, ese estado inhumano que decidió, tras 5 años de secuestro, "liberarlo" de la carcel, para, dejarlo preso de una enfermedad, que gracias a ese estado, a esa política de exterminio, ha terminado, llevandolo a la muerte. 

jueves, 24 de enero de 2019

Ven

Me digiste que no venias, que no llegabas, que te quedabas ahí, desaparecido, sin contacto con el exterior. Te quedabas ahí, quieto, pensativo, con mirada apagada, desvanecido, te quedabas ahí, digiste, pero abro los ojos y te veo aquí, te veo sonriente, observo tu interior, observo tu agonia, esa paz que ya no existe, deprimente.

Colapsado por el ajetreo, por esa contaminación acustica que todo lo ensucia, te quedas en silencio, mirando a la nada, intentando eliminar de las ideas, esas noches de tensa calma. 

Hay dias que no duermes, que solo piensas, que das vueltas en la cama, te enrredas en los pensamientos y te estrellas. 

Te levantas, miras a tu alrededo y te paras, te vuelves a la cama, te tapas, te resguardas.

Te resguardas de todo ese caos, de esas voces que no cesan, de esos escritos que no llegan, de esos silencios que no se escuchan, de esos gritos que no se aprecian, de esos, de esos que te miran y no te saludan, que te saludan y no te miran, que te miran y te ensucian, te resguardas. 

Odio y tensa calma, interiores vacios, criticas desmesuradas, ruido.

Ruido proyectado en todas direcciones, direcciones participes del aplastamiento, al cual, día a día te someten.

Te someten y no te enteras, te gritan pero no lo aprecias, te maltratan y no te quejas.




jueves, 17 de enero de 2019

Correteos

Con mirada de aparencia tranquila, miro a mi alrededor, sin encontrar lo que tampoco me apetece olvidar, enciendo la radio. El día ha transcurrido bien, me pregunto, si aparte del día, algo más hubiera transcurrido bien, me respondo. 

Me sumerjo en los recuerdos, siempre termino en algún lejano lugar, en algún lugar con gente, en algún lugar termino siempre. Termino recordando el día que nos conocimos, apenas una semana y tan grande como la mitad de una palma. Estabas con hambre y fría, nadie daba por ti más de un día. Opte por adoptarte, dormir poco para cuidarte. Los días pasaban, las noches nunca acababan. De peso siempre en aumento, llegaste de media palma a palma en un momento.

Sin mucha idea de nada, te saque adelante, sin tener idea alguna te me acercaste a mi lado te quedaste.

Recuerdo los cuatro ojos que te miraban cuando dabas tus primeros pasos encaramada a un arbol, recuerdo las carreras y persecuciones por las campas, recuerdo las largas esperas tumbado debajo del arbol, esperando a que descendieras. Recuerdo tus correteos por la habitación, los cables eran sin duda, tu atracción. 

Recuerdo el día que ya estabas lista para marchar, recuerdo tu mirada, tu intranquilidad por la ansiada libertad. 

Recuerdo que estoy recordando, te recuerdo en Bielefeld aún a mi lado.