Parandome a pensar, como empezar a escribir un nuevo episodio de esta vida aveces sin cierto sentido, me surgió una parábola curiosa.
Hay platos vacíos, llenos de comidas suculentas putrefactas, y comidas minuciosamente preparadas, en platos llenos, sin cavida.
Hace unas pocas semanas hice uno de esos viajes que te dejan un sabor agridulce, el cual, con ganas de repetir, me llevo a vivir experiencias muy bonitas, conocer lugares paradisíacos y otros lugares como el embalse de el Peñol de Guatape, con una historia trágica, en la cual hasta hace 40 años, existía el pueblo conocido como "El viejo Peñol", el cual, la hidroeléctrica, Empresas públicas de Medellin, decidió inundar, para hacer una represa.
Los habitantes de aquel lugar, fueron obligados a la fuerza, a dejar toda su vida y recuerdos atrás, y restablecerse a 1 km de distancia, en una réplica de su antiguo pueblo. Incluso cerca de 1700 muertos, fueron desenterrados, y reubicados en un nuevo cementerio...
La única construcción que quedó en pie, después de inundar la zona, La iglesia, la cual, se suponía, dejarían que sus Torres, se vieran sobre el agua, terminó siendo dinamitada de forma ilegal.
En la actualidad, se puede ver una cruz, saliendo del agua, en el lugar donde se encontraba la iglesia.
Colombia, un país plagado por la sombra de los asesinatos, tráfico de vidas, de armas y drogas, intenta salir adelante y ofrecer al visitante, una visión y sabor diferente a la que los medios de comunicación dan.
Por contra, episodios que los habitantes de tan hechizante país intentan dejar atrás, están regresando, más rápido de lo que a la mayoría le gustaría.
Con el actual mandatario del país, llegaron también los asesinatos masivos a dirigentes sociales de colombia. Mientras los grandes medios de comunicación, inundan nuestras mentes por los sangrientos episodios de la vecina venezuela, el país colombiano sufre en la indiferencia masiva internacional, una más de sus tragedias, esta vez, en forma de asesinatos de personas contrarias a la cabeza pensante del país.
