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viernes, 16 de noviembre de 2018

Hace tiempo

Hace tiempo que no escribo, hace tiempo que mis pensamientos no son plasmados de forma gráfica.

Hace un mes, me encontraba a miles de kilómetros, en tierras Asiáticas, conociendo una nueva cultura, disfrutando de sus paisajes, de su comida y de su hospitalidad.

Hace tan solo 10 días, me encontraba también a miles de kilómetros, en colombia, maravillado por sus paisajes y sus gentes, arropado por los abrazos y sonrisas.

Hoy me encuentro a cientos de kilómetros de mi familia, y de esas tierras que me vieron nacer.

Hoy me encuentro en Alemania, si bien, mi mente, no deja de viajar.

Recuerdo cuando hace 3 años, viajaba de visita a México, y terminaba en San cristobal de las casas, ayudando a un señor, Sergio Castro Martinez, a curar a los indigenas que acudian con heridas, enfermos, o simplemente madrugando para ir a las comunidades y realizarles las curas convenientes.

Recuerdo cuando hace 10 años viaje por primera vez a Argentina, y tras un mes de mochilero, decidi establecerme en rosario, y ayudar de forma voluntaria con el idioma y la cultura vasca. Recuerdo todas esas horas de clase en la euskal etxea Zazpirak Bat, todas esas partidas al mus y toda esa gente que tuve la suerte de conocer. 

Recuerdo todas esas tardes de artes marciales junto a Raúl Oscar Ramón Juarez, todos esos golpes y heridas, todas esas risas y buenos momentos.

Recuerdo cuando hace 9 años viaje a Chile, y me adentre en tierras Mapuches. Recuerdo esos seguimientos policiales desde el primer momento de poner pie en esas tierras ancestrales. Recuerdo las miradas de los mapuches, sus largas y nutrientes conversaciones, su fuerza y determinación. Recuerdo cuando la PDI me retuvo en la frontera, cuando no me dejo entrar en el país y me mando para Argentina de vuelta, por el simplemente hecho de denunciar públicamente las torturas y los asesinatos a los que eran sometidas esas maravillosas gentes. Simplemente por dar a conocer los robos de propiedades y tierras ancestrales, por parte del gobierno, empresarios y multinacionales. 

Veo con tristeza y odio como todavía los siguen torturando hasta la muerte, como los siguen asesinando sin que pase absolutamente nada.

Hace unos días, Luis Gomez, un empresario que ocupa tierras ancestrales, amenazaba con pistola en mano, a un grupo de mapuches que realizaban una ceremonia espiritual a las orillas del Lago Calafquén.

Hace unas horas asesinaron impunemente al joven mapuche Camilo Catrillanca.