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miércoles, 3 de junio de 2020

ajedrez

Hace unos meses, en la novela que leí de Carlos ruiz Zafón, Las luces de septiembre, había un personaje, un viejo fabricante de muñecos, que decía, que no todo lo que se ve, es cierto... no hay que creer todo lo que nuestros ojos ven, de hecho es la ilusión, ese arma tan eficaz y a la vez complicada de asimilar, que hace del creer algo que no es cierto, el arte del ilusionismo, para conseguir con este, algo, que de otra manera, no sería aceptado.

Desde hace unos dias, los ojos del mundo estan hipnotizados por las protestas masivas que ocurren, apenas sin pausa, en estados unidos. 

En un país, donde nunca nada es lo que parece, donde año tras año se invierten sumas infumables de dinero, en armamento, donde los servicios secretos del gobierno y sus elites, saben más de sus ciudadanos, que los propios ciudadanos, donde la tecnología está controlada y las masas no piensan por si mismas... nos hacen ver a una policía desbordada, unos servicios secretos en schock, hasta tal punto de tener que llevar al monigote de turno, inquilino en la Casa Blanca, a resguardarse en el Bunquer... nos hacen pensar, que por fin la gente está despertando y poniendo a las altas esferas en apuros... y lamentablemente, una vez más, un atentado de falsa bandera os ha piyado. 

El sistema en el cual vivimos, se alimenta del odio de la gente, del malestar, de la confrontación de esas masas que se enzarzan en trifulcas con otras masas... necesita tener entretenida a la gente, ponerle objetivos a cumplir, sin que ellos mismos se den cuenta, necesita mermar sus sentidos, para lograr algo, que de otra manera, no sería aceptado. 

No hay que creer, todo lo que nuestros ojos ven... centrarse en el presente, sin visualizar el futuro y asi comprender porque ocurren los actuales escenarios, es perder la partida de ajedrez, antes si quiera, de empezar a jugarla.