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miércoles, 14 de julio de 2021

declive Social

Explotar por dentro, mientras uno da una imagen de tenerlo todo controlado, aparentar una tranquilidad, mientras cientos de ideas se desplazan sin pausa ni delicadeza, por un desierto social, sin vistos a mejorar en el corto y medio plazo. 

Una cuenta atrás que no tiene fin en un camino cada vez más estrecho. 

Recuerdo una pequeña conversación que mantuve con un señor Alemán, a la llegada por primera vez a Alemania. Mientras el avión sobrevolaba el cielo de Düsseldorf, mi compañero de fila, me preguntó si alguna vez había estado en el país Germano, a lo que yo dije que no. Me preguntó a qué venía... y yo le dije que mi idea era aprender un poco el Idioma para luego regresarme y seguir con mi vida. Me miró, y sonriendo me dijo que el país me ataría. Incrédulo de mí, no tomé en serio esa advertencia, y seguí ensimismado, observando el cielo de ese país, que sin yo saberlo, sería la jaula de mis próximos años de vida. 

Alemania es un país que ofrece muchísimo al que en serio se toma la búsqueda de nuevas oportunidades que hagan enriquecerlo profesionalmente, dándole quizás un futuro prometedor. Pero también es un país que te quita y mucho, siendo no siempre fácil, hacer frente a las desavenencias que se presentan en el camino. 

Siendo inmigrante, el país te quita el tiempo de estar con los familiares que dejaste atrás, en esas tierras que te vieron crecer, los cuales, a medida que pasa el tiempo, van, al igual que uno mismo, envejeciendo, y probablemente, mueran en algún momento que tú no estés cerca y pierdas la oportunidad de despedirte. Es un país que te va eliminando progresivamente los lazos que pudieras tener con los amigos de la infancia. Por muchos viajes que llegues a hacer al cabo del año para visitarlos, con el paso de los años, dejas de sentirte parte de ese círculo de amistades, si bien algunas de ellas siguen estando presentes, la vida de cada uno va cambiando y al final, la lejanía en el día a día, hace que los lazos, se debiliten y en muchas ocasiones, se rompan y se pierdan.

El país, también te ofrece nuevas amistades y posiblemente, formar pareja. Por experiencia propia, las amistades que uno va creando, pocas veces perduran en el tiempo. No son pocas, las que tras meses e incluso años, dejan el barco y se regresan a su país o cambian el lugar de residencia, perdiendo ese vínculo social. No son tampoco pocas las personas que con el agravio de esta crisis mundial, van desapareciendo de la noche a la mañana y no se dignan a siquiera avisar, que la amistad queda en suspenso. 

Alemania es un país de paso, donde no todos optan por quedarse y donde no todos los que optan por quedarse, se quedan. Al final, uno aprende a estar solo y de igual manera, está cada dos por tres, en la búsqueda de nuevas amistades que alegren ese círculo social. 

La entrada de esta crisis sanitaria y los consiguientes recortes en vida social, no ayudan para nada en las relaciones interpersonales. El teatro mundial, del cual estamos siendo actores activos en contrato de prácticas no remuneradas y sin descanso, agrava la situación de todos esos inmigrantes. El Stress ambiental, el Stress humano y la presión insistente por parte de todas esas medidas represivas, hace que uno explote por dentro mientras da una imagen de tenerlo todo controlado e intente aparentar una tranquilidad, mientras cientos de ideas se desplazan sin pausa ni delicadeza. Una cuenta atrás que no tiene fin en un camino cada vez más estrecho en un desierto social en expansión.