Hay veces que me planteo escribir sobre mis sueños, pero por lo general, opto por sonreir, mientras rebobino los pocos segundos que logro guardar, al menos por un lapso de tiempo, para disfrutar de alguna manera, de todas esas imagenes y palabras que consigo capturar.
Esta pasada noche sin embargo, fué realmente intenso, hacia tiempo que no me sucedia y gracias al sueño, pude conversar con personas, con las cuales, en diferentes fases de mi vida, he llegado a conocer y de alguna manera, tenia ya olvidadas.
La gracia de los sueños, es que son como la plastilina, da igual el lugar en el que te encuentres, podras aparecer en otro, sin mucho esfuerzo.
El sueño discurrio en Alemania, donde diferentes conocidos de Euskal Herria, se encontraban en un piso, el cual al parecer, estaba totalmente alquilado. Puerta que iba abriendo, sala que aparecia con diferentes conocidos, las cuales, son ya años, que no veo, e incluso, alguna decada, que no hablo.
Como siempre ocurre, en el sueño, también había gente que no conocía, no al menos de haber conversado anteriormente (o por lo menos no lo recuerdo) pero quien sabe, ni es la primera vez que los sucesos transcurren en forma de sueño y al de un tiempo prudencial, la realidad, se hace acopio de las propias imagenes, ni por supuesto será la última vez que me suceda.