Y ahí me encuentro, en esa tesitura..
Hace tiempo que uno se plantea, dejar atrás todo, y regresar. Dejar los 7 años que separan del día que se me ocurrió quedarme en el país Germano. 7 años de experiencia buenas, experiencias malas... 7 años largos, 7 años de viajes de conexión, 7 años donde la cabeza está en ambos sitios, 7 años... donde la cabeza está...
Desde hace unos días, me encuentro nuevamente en durango, visitando a mis padres y de alguna manera, disfrutando de las fiestas del pueblo. En cada conversación que tengo, siempre sale la pregunta, de si tengo pensado regresar... para posteriormente escuchar al mismo interlocutor, indicar que es difícil volver, viendo cómo esta la situación en estos momentos.
7 años...
Regresar ahora no es una opción, o tal vez si. Tal vez dar por cerrada una historia y volver, sería una buena idea. Arriesgar nuevamente, volver a la aventura de buscar trabajo. Volver a sentir el desprecio de los entrevistadores. Sentir el denigrante sabor, al recibir la nómina, y ver plasmada en una cifra ínfima, los largos días de duro trabajo.
Ver cada día, como la gente se queda sin trabajo, sentir en carne propia la miseria del actual estado laboral, vivir en la incertidumbre de no saber si la próxima semana seguirás trabajando... si el próximo mes, te pagarán... si los actuales compañeros, seguirán estando... o ya no serán necesarios.
7 años de duro esfuerzo, para dejar todo lo conseguido y empezar de 0, nuevamente... Regresar no es una opción, no ahora, no bajo unas circunstancias tan poco favorables y un futuro tan poco prometedor... o tal vez si.
7 años..
