Dicen que el destino ya esta escrito, yo más bien pienso, que el destino está ahí y de las acciones de uno depende, que ocurra o no. Tal vez las dos semanas de incertidumbre que me deparan, sean un escalón ya establecido en mi vida, a miles de kilómetros de casa, con un manto azul inmenso a mis pies y a miles de kilómetros del destino, aquí estoy, volcando mis pensamientos en estas líneas, a modo de aclarar los mismos.
Cierro los ojos y me dejo llevar por todos esos recuerdos donde el actor principal soy yo, la soledad de cada momento, los sentimientos dispares, las noches en vela, la incertidumbre, las dudas, el mal humor, la desesperación y todos esos imprevistos, que me desmoronaron una y otra vez, lo ya planeado.
El alejarme de la gente que no me aporta, el alejarme de la gente que no respeta la decisión de cada uno, el alejarme de la gente que hasta hace poco creía que eran alguien importante. La pérdida de personas con las cuales me sentía agusto, y por otro lado, el inicio de una posible amistad con gente que hasta hace unas semanas, ni pensaba que pudiera alguna vez conocer y como no, el contar también con alguna que otra persona maravillosa, que ahí esta, para escuchar mis locuras, apoyarme, darme ánimos y hacerme ver, que aún quedan personas por las cuales merece la pena seguir invirtiendo tiempo.
Son tantos los errores cometidos, tantas las oportunidades perdidas por pensar de más, tantos los momentos no disfrutados por el que pasará, tantos... y aquí estoy, escribiendo mi destino, con incertidumbre, intranquilidad, miedo al rechazo y a la vez motivado, motivado por ver que pasa, por ver hasta donde llego, por realizar una locura que no será olvidada y si ya de por si este viaje lo está siendo, queda ver que sucede en los próximos días.
Es probable, que haber optado por otra puerta, me hubiera brindado otras experiencias y otro futuro, por eso, de las acciones que uno hace, va esté, escribiendose su camino
Una simple pregunta ¿Que es de ti, hace tiempo que no sabemos nada? Fue la chispa que me hizo falta, para unir todos mis impulsos y hacerlos explotar. Porque seguir pensando? porque seguir sufriendo en silencio? porque no dar el paso y salir de dudas? Y aquí está, fruto de frases dichas en el instante preciso, el acto que me hacia falta, para salir de ese tapón, en el cual me encuentro.
A medida que escribo estas últimas líneas, observo el tiempo estimado... 47 minutos... el momento esperado va haciéndose realidad, si bien, aún surge la incertidumbre de si el principal motivo de este viaje se hará realidad, noto mi cuerpo acelerarse, vuelvo a sentir ese stress que tanto me hacia falta volver a disfrutar y ahí me dirijo, a vivir la locura más grande de los últimos años.