El año no empezó bien y hay veces que agentes externos lo llevan a uno a replantearse si o si las cosas. 
Despistes momentáneos que cambian la realidad de la persona y lo llevan a un estado que unos minutos antes no se imaginaba.
La vida en el extranjero no es fácil, si bien, la soledad lo acompaña a uno en la travesía por ese inhóspito lugar, alejado de sus familiares, en momentos así, en los cuales uno se encuentra postrado en la cama de un hospital, con la única compañía de los diversos trabajadores de la planta y de vez en cuando, alguna visita de algún conocido, es cuando la soledad lo engulle a uno y le trae a primera plana, ese sentimiento hasta hace unas horas escondido en la recámara. 
Verse a uno mismo en una situación así, donde una de las extremidades no tiene sensibilidad y si bien, el paso por cirugía que ya está en trámite, pueda ayudar, los augurios de todos esos profesionales que a uno lo examinan, no son nada alagueños. Lo que esta claro, es que en unas horas tocará pasar por quirófano y luego habrá que tomárselo con calma, ya que la recuperación no será sencilla.
Hay mil veces que uno se preocupa por temas que de alguna manera dejan de ser relevantes cuando la salud de la persona se ve afectada. 
Este 2022 no está siendo un año fácil, pero bueno, toca hacer frente a la realidad y no decaer.
Toca tomar impulso y salir adelante.
 
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