Meses

Ojeando los diferentes muros de la gente, hace días llegaron a mis ojos unas palabras que como por arte de magia, quedaron pegadas  en mi retina. 

"Los deje de ayudar, los deje de invitar, los deje de llamar, y me di cuenta que el único amigo que yo tenía, era yo mismo".

Hace tiempo que mis ánimos no visten sus mejores galas, hace tiempo que mis ganas apenas tienen ya alas, no es la primera vez que me encuentro con las defensas bajas, ni tampoco la única vez, donde mis ojos se llenan de gotas saladas. 

Hay días que nadie me dice nada, días, en los que salgo de trabajar y ahí quedan las únicas conversaciones, conversaciones innacabadas. 

Hay días que decido iniciar una conversación, preguntar a la gente quetal, leer las respuestas y pensar que al menos por unos segundos, dejare de estar aislado, pero me doy cuenta que la gente no tiene tiempo, no quieren detenerse y disfrutar por un momento, de una conversación con alguien que tal vez no esta tan bien, como siempre dice estar.

Son ya meses sin sentir un buen abrazo, y ya menos una caricia, meses sin una buena carcajada en compañia. 

Son ya meses, meses donde la lectura es tal vez, después de mi, mi única buena amiga.