Pensamientos encontrados

Dejar correr mis pensamientos para mediante palabras, expresar de alguna manera las inquietudes que asoman, para sin permiso, impregnar las profundidades de un entorno lleno de misterios y escalofríos varios. En un lugar no acorde con los estados de animo que frecuenta mi ser, voy caminando a oscuras, sin una tenue luz que marque el sendero por el cual, poder ver si este recorrido me lleva a un destino acorde con lo pretendido. El problema y probablemente el quiz de la cuestión, es no saber lo que pretende uno o si lo que pretende uno, irá en consonancia con el estado de animo y la satisfacción que pueda acarrearnos al lograrlo. Sentado en frente del teclado que me sirve de puerta de salida a esos pensamientos que llenan mi mente, visualizo momentos de una vida, tanto lejanos como actuales, me acurruco en el sillón como espectador disfrutando de unas palomitas grasientas que terminaran por dejarme unos dedos pegajosos, llenos de misteriosos olores y con trocitos invisibles que darán a nuestro paladar, la opción de disfrutar de un añadido sin tener la obligación de pagar ni dar explicaciones a nadie. Me pongo a pensar y pienso si realmente quiero estar donde estoy o quiero realmente pensar en proseguir la ruta en otro sitio, en otro lugar, con gente diferente y sensaciones diversas. Pero, optar por esa solución, es colocar un mero parche, para tras un parón, regresar al mismo pensamiento, a la misma sensación de indecisión, de parón, de nostalgia, de visiones lejanas y realidades putrefactas. Llego a la conclusión de que lo fácil sería pensar en lo que quiero conseguir, pero nunca el camino fácil fue el más sencillo ni tampoco el más rápido. No se lo que quiero ni si lo que puedo querer ahora, será lo que quiera en el momento de conseguirlo. Avanzo mientras retrocedo y retrocedo mientras avanzo o tal vez este parado, atado, sin salida y muerto.