Hacía tiempo que no escribía, no al menos, en un medio material, donde pueda quedar de alguna manera, para poder leerlo en un futuro.
Sensaciones diversas, recorren los entramados de este cuerpo, este cuerpo que hace 3 años, sin saber a ciencia cierta por cuanto tiempo más, disfrutaba de unas fiestas de Lekeitio, donde tantos buenos momentos, me dio.
Sensaciones diversas, recorren los entramados de este cuerpo, este cuerpo que hace 3 años, sin saber a ciencia cierta por cuanto tiempo más, disfrutaba de unas fiestas de Lekeitio, donde tantos buenos momentos, me dio.
3 años hace que deje aquella maravillosa tierra, tierra conquistada, masacrada, torturada, violada y desacreditada, pero no por ello, asesinada. Una tierra que sigue latiendo, floreciendo y resistiendo, una tierra que de vez en cuando, me dispongo a recorrer, bien sea real o mentalmente.
Un corto viaje me trajo a tierras germanas, lugar diferente, extraño, frío en muchos sentidos, de comida poco nutritiva y gente distante que escupe al hablar..., o al menos, eso es lo que nos vendían los medios de comunicación y las malas lenguas. Con sus altibajos, con sus mas y sus menos y como no, con sus dificultades, me fui adaptando e integrando, y tal paso, me hizo ver otra realidad, diferente a lo que durante tantos años, había escuchado en diferentes lugares, desde diferentes bocas, o tal vez, bocazas, una realidad la cual sin dejar de ser diferente a esa tierra que me vio crecer, me ha dado muy buenos momentos, permitiéndome conocer a personas que ahora mismo, difícilmente podría no querer abrazar.
El tiempo va pasando y pasando van, los primeros pensamientos que me recorrían y me pedían a gritos, mi regreso. Aún es el día que recuerdo como, teniendo una fecha exacta de retorno, me vi "obligado" o tal vez, atraído, a aplazar por un par de meses más, ese ansiado regreso, para posteriormente, volverlo a aplazar y llegar a un momento en el cual, el retorno no se ve, o no al menos, en un corto plazo de tiempo.
Como agua por un cauce, soy del pensamiento, que la persona ha de dejar llevarse, dejar enloquecerse, alegrarse y disfrutar, de todos esos nuevos caminos que la vida nos ofrece, arriesgando siempre y desprendiéndose de todos esos malestares que de alguna forma no nos dejan, ser felices.
Oportunidades nuevas tocan la puerta, ansias de experimentar nuevos cauces, hacen que el agua llegue a ese remolino, donde como hoja que es transportada por el río, me encuentro en una fase, donde en breves conoceré la dirección que tomara mi vida. Una dirección que, sea cual sea, me abrirá nuevas oportunidades. No dejemos, sin más, que el tiempo pase, hagamos que este explote, nos desoriente y nos llene de sensaciones nuevas, nuevas experiencias.
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