Una semana más que se va, y otras tantas que irán pasando, hasta que sin darnos cuenta, vuelvan a cruzarse nuestras miradas, vuelvan a reunirse nuestras almas.
Semana de innumerables dudas, de constantes altibajos, de ánimos a velocidad de crucero, de sensaciones contradictorias...
Nunca dijeron que la vida de un piscis fuera sencilla, y menos si ese piscis es vasco y se encuentra en una ciudad, donde el mar no queda cerca y la montaña queda lejos.
Con el ir de la semana se fue también Juwa, 10 semanas de felicidad, stress, constante atención, cabreos varios y para variar, ilusiones que nunca llegaron a materializarse, no al menos en el mundo que ve e interpreta la mayoría. A lo que a mi respecta, mil veces soy de viajar a ese mundo paralelo, donde con un parpadeo, viajo a donde yo quiero estar, donde con un cerrar de ojos, las preocupaciones cesan, donde con un chasquido de dedos, la felicidad llega, donde las dudas se despejan y la seguridad alcanza cotas que ni la más audaz de las ardillas, pudo nunca alcanzar.
Fugaz paso por mi vida, que como estrella fugaz, fue dejando constantes marcas de diferentes dimensiones que, no serán fácil de olvidar.
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