Laberinto

En un laberinto sin aparente salida, donde ninguna pista , que de un alivio a la confusión, se deja ver, va creandose este escrito, sin encontrar las palabras adecuadas que dieran cuerpo a esas ideas que golpean  y que tanto machacan el interior . Aveces, no es fácil sacar a la luz algo que prende en la oscuridad y queda anulado cuando alguien enciende la luz e intenta ver que era eso que estaba removiendo las profundidades. 

Sensaciones ya olvidadas que regresan ahora que también regresa la navidad, derriten el alma hasta tal punto de hacer brotar ese líquido que tanta falta hace en muchos de esos rios que ahora mismo estan padeciendo la falta de lluvia de los últimos Meses. 

Pensamientos que se convierten en imagenes de nostalgia, son acompañadas por letras de canciones que las engrandecen, donde sin encontrar una salida que amortigue los sonidos que producen sus golpes bajo las entrañas, avanzan en la oscuridad de ese laberinto que tiempo atras estaba en calma. 

El interlocutor con el cual se visualizaba el camino de salida, a cortado de raiz el contacto que tan necesario era para proseguir, sumergiendolo en un vacio lleno de amargura y lodo, en pegamento que no deja avanzar, se va enredando el nudo que ahoga el laberinto y hace de la calma una presión que derrite sus paredes sanguinolentas. 

Sin poder dar luz al laberinto que da cuerpo a las profundidades del alma, caminamos por otro laberinto lleno de luces de diferente color, canciones que bien podrían ser destruidas en las bocas de los cuales las vocean, invaden las emisoras.

 Imagenes de falsa felicidad y barato sacrificio, maldecoran las fachadas y escaparates.

La amarga dulzura recorre como avispa asiática las colmenas de la abeja autoctona, destruyendo los rincones de nuestros pueblos y ciudades. 

Palabras de animo que no sirven y abrazos que no cuajan, hacen de ambos laberintos un oleaje que sin rompeolas que lo apacigue, va arrastrando la calma de esas aguas que alguna vez eran desierto.