Pensamientos criticos ante un sistema enfermante, en el cual, solo hay dos opciones, tu eliges cual.
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jueves, 4 de junio de 2015
Nuestro ser
Deberíamos de lucubrar en las profundidades de nuestro ser, navegando 
por océanos que denotan calma, a pesar de que su inestable furia , en 
modo de corrientes marinas, recorre sin pausa, cada rincón, removiendo 
todo elemento que pudiera optar por dormitar mientras el tiempo se 
desvanece. Pudiera ser interesante, adentrarse como mero espectador y 
disfrutar de las diversas sensaciones que, a cada embestida, nos 
pudieran deleitar en modo de corrientes de energía. Y cierto es que,
 cada vez que dormimos, dormitamos, cerramos los ojos, nos 
concentramos..., nos invaden mensajes que si bien no siempre sabemos 
descifrar, tienen por lo general un significado que, debería ser 
analizado. Nos intrigan las nuevas experiencias, los diferentes rincones
 del planeta que no hemos podido conocer... Parándonos a pensar, cosa 
poco habitual en la actual especie humana que colapsa las ciudades y 
zonas urbanas, son nuestros deseos para unas vacaciones, obtener el 
mayor confort, paz, tranquilidad, satisfaciendo a nuestro interior, de 
nuevas sensaciones que, hicieran del stress, agua pasada, sin embargo, 
malgastamos infinidad de horas, para disfrutar posteriormente de unas 
vacaciones, que antes de darnos cuenta, ya se han acabado. Gastamos por 
lo general y por estar en la vanguardia, sumas escalofriantes de salud, 
para terminar sin tiempo y estresados. Pudiera ser que las mejores 
vacaciones, estuvieran a la vuelta de la esquina, o tal vez, en las 
profundidades de nosotros mismos. Pudiera ser, que no necesitáramos, 
derrochar el poco tiempo libre que nos queda, en hacer caso a la 
propaganda maliciosa, que a través de diferentes medios, nos hacen 
creer, que lo bueno siempre esta en la otra punta, siempre esta fuera de
 nuestro alcance, que siempre debemos de gastar, gastar y gastar, para 
lograr la eterna paz, eterna paz que cuando llegue, lamentablemente no 
estaremos, al menos en el actual cuerpo, para poder, de alguna manera, 
disfrutarla.
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