Sentado en el Aeropuerto... se hacía dura y a la vez emocionante la llamada de las 4:30 realizada por el despertador, anunciando un nuevo día, y a la vez, mi último día de trabajo antes de las vacaciones tan ansiadas, antes de pasar página al sitio que me dio la bienvenida a comienzos de año, donde pelea tras pelea, logré el puesto al cual me incorporo a inicios del 2017.
Sentado en el Aeropuerto... observo las miradas de alegría y a la vez de cansancio, que pasajero a pasajero, se abre camino en esa larga espera, esa espera que los hará subir a un avión, para, tras meses de ausencia, llevarlos(nos) a sus lugares de origen, al calor de sus familias y allegados.
Sentado en el Aeropuerto... observo las miradas inquietantes de los huéspedes, las sonrisas secas y sin vida de sus trabajadores, los elevados precios en sus escaparates, y la puntualidad en los vuelos que nunca parecen llegar. Colas inmensas de pasajeros, dan la imagen de murallas impenetrables... ojos angustiosos se abren paso...
Próximo destino...
No hay comentarios:
Publicar un comentario