Votos

Debe ser que vivo una realidad diferente ó que ser autocrítico dejó de estar de moda. Con los datos en la mano:

Hace 3 meses EH Bildu lograba 152.782 votos en las elecciones españolas, pero teniendo en cuenta que en las elecciones españolas de diciembre logró 183.611 votos,  (perdió en 6 meses 31.000 adeptos.) teniendo en cuenta que las elecciones Generales y Autonómicas no funcionan igual y no son iguales, los resultados a tener en cuenta serían los obtenidos en 2011, donde Amaiur se hizo con 284.528, es decir en 5 años, 100.000 votos menos en las estatales.

Hace 4 años, se conseguian en las Autonomicas 276.989 votos, ahora 224.254. Es decir 52.000 votos y 4 escaños menos.

Por contra, lo que leo es que en 3 meses se han recuperado 80.000 votos... ahora resulta que todo ciudadano vota igual en unas elecciones para un parlamento español, que en unas elecciones para un parlamento "vasco" que si bien es español... se considera (o se intenta considerar, aunque esto da para otro escrito y debate) de casa. 

El mero hecho de extrapolar los datos a conveniencia, para con una sonrisa trabajada y artificial, decir que se han conseguido unos resultados estupendos, es a mi parecer, no querer darse cuenta que la estrategía de puro marketing sin contenido, no funciona y que cada vez, menos gente trabaja para que algunos tengan un sillón en su culo, de modo que este culo no se ensucie de barro, y se acuerde de la ciudadanía, en época de campaña electoral.

No siendo suficiente la cero autocrítica (que en algún momento deberán de hacer) se obsesionan en "exigirle" a un PNV ganador y eufórico, un acuerdo, esperando como perro faldero que el partido que nunca a movido un ápice en pro de una euskal herria independentista y socialista, tuerza su mano y les de de comer un poquito de esa tarta tan sabrosa... más aún sabiendo, que al PNV no le motiva ese acuerdo, y menos en un momento en el que EH Bildu, tiene un problema interno y bien gordo, sin solucionar, el PNV nunca pondrá en juego su estrategia, para meterse en otra estrategia con alguien, al cual no termina de cuajarle lo que tanto anhela. 

Sin estar esperando a ver que hace o deja de hacer fulanito, debería de ser hora de ver como se arregla el declive.