Año nuevo

Augurios pasajeros enmascarados en sonrisas, invaden nuestro cuerpo a medida que los días sucumben al despertar de un nuevo año lleno de cosas viejas, de alegrías huecas, de recuerdos rotos, de felicidades alquiladas y de amores lejanos. Tiempos de prosperidad y de olvidos o tal vez, tiempos de matanzas y miedos. Miedo por salir a la calle a gritar justicia, justicia semejante a aquella inquisición al servicio del gobernante. Gobernante gobernado por arpías mediocres, estúpidos llorones y faltos de comunicación. Comunicación impregnada de publicidad vomitiva la cual inunda las mentes estropeadas de los ciudadanos sin escrúpulos y acomodados. Pero y que se puede esperar de una suciedad que se queja en su mente mientras de sus labios solo salen alagos para quien lo asesina poco a poco. Que se puede esperar, de una esclavitud teatralizada, donde la libertad de expresión es controlada por medios afines a las alimañas que procuran no  mostrar el verdadero objetivo de su gran bondad.