Observando la proximidad del fin de año, vemos como, gente que durante el resto del año eluden un simple saludo, nos "sonríen" y teatralizan un ademan de breve comunicación. El ahorro energético deja de existir y el problema del cambio climático pasa a un plano secundario. La publicidad rebasa toda imaginación existente y las compras están al orden del día. Se procede al abastecimiento de todo tipo de incongruencias que llegaran a durar de media una semana y encontramos el consumo, como religión que hará en el ser humano un caudal de felicidad. Inculcaremos a los mas pequeños
la teoría del regalo como materia imprescindible y el tema material como regalo en pro de la felicidad. Los Induciremos de igual manera a lucir sus regalos el próximo día y de esa forma ver de hacerlos competir por el mejor. Si bien durante el resto del año, optamos por criticar la independencia de los niños a la hora de "jugar" observando como la mayoría se arrincona en su mundo virtual, lograremos que mediante videojuegos, y todo tipo de electrónicos, lleguen a jugar "juntos". Pero supongo que recordaréis que toda esa "felicidad" es la esclavitud de niños de otros muchos países y obviamente de los vuestros propios. Feliz Falsedad.
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