Madrugadas de Lunes que semejantes a cada madrugada, desvelan mi cuerpo, para acompañar a la mente que nunca descansa. Una sensación acarreada durante algo más de 10 años, en los cuales como si de una alarma interna se tratase, despiertome varias veces cada noche, a sabiendas casi siempre, de la hora que es, sin necesidad de mirar el reloj, pero la curiosidad y el arrastrar que somete mi mente al cuerpo, logra visualizar la hora y las nuevas noticias. Primera, "desaparición" que más bien es un secuestro, de Fernando madina, lider del grupo de Rock Reincidentes. Siguiente noticia, la posible extradición de Asier Guridi y las torturas que ello supondría entre otros malestares para su familia y el conjunto de la sociedad vasca. Y 3ª que si bien no es noticia, llega a mi un comentario, que tras varios minutos se convierte en una espectacular conversación, conversación con un nivel de psicología de la cual hacía tiempo no obtenía y que a la par de llenarme de energía positiva ha conseguido de alguna manera abrir un resquicio de luz, a una oscuridad que día tras día, hace en mi una noche más corta.
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